Guía espiritual

  • Recuerda que estás ante la presencia sacramental de Cristo y que Él se encuentra verdadera, real y sustancialmente presente con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
  • Recuerda que no estás solo delante del Santísimo, sino que al mismo tiempo hay otros adoradores que en el cuerpo místico de la Iglesia también están adorando al Señor (religiosos contemplativos y activos, sacerdotes, fieles, etc.); más toda la corte celestial -los Ángeles, la Inmaculada Virgen María y los Santos del Cielo- todos en comunión con Cristo al unísono le estamos adorando, tributándole alabanza, honor y gloria y dándole gracias y expiando y purificando nuestros pecados.
  • Reza por las necesidades de la Santa Iglesia, por la santificación del Papa, los sacerdotes, los religiosos, las vocaciones, las misiones, las familias, los cristianos perseguidos; por la conversión de los pecadores, las almas del purgatorio, la paz del mundo, por las necesidades materiales y espirituales de los pueblos, etc.
  • Tú en comunión, con todos los otros adoradores, rezas por ellos y todos ellos al mismo tiempo rezan por ti.
  • Adora al Señor en absoluto silencio. Dios nos inspira y de ese modo nos habla.
  • Respeta el diálogo íntimo y la oración de los demás.
  • Contémplale y deja que Él obre en ti.
  • Ofrece el perfume del Avemaría mediante la recitación interior del Santo Rosario.
  • Contempla a Jesús con los ojos y el Corazón de María Inmaculada.
  • Qué las escenas llenas de vida de Jesús y María en sus gozos, luz, dolores y glorias sean la fuente que refresquen y vitalizan tu fe.
  • Habla con Jesús, cuéntale tus problemas, que aunque Él ya los conoce se complace en escucharte. No dudes que de Él te vendrá la luz, la solución y la respuesta.
  • Pon delante de Jesús y de los pies inmaculados de María tus intenciones y las necesidades materiales y espirituales de tus prójimos.
  • Repara los sacrilegios, agravios, blasfemias, ultrajes e indiferencias cometidos contra Dios, contra la Santísima Virgen y contra los Santos.
  • Tú junto a tu Santo Ángel Custodio agradece estar junto al Señor y ámale con toda la fuerza de tu corazón.